La brisa mece las aguas
tranquilas de la laguna,
por Mayo, cuando la luna
de brumas su velo fragua.
El olivar se estremece,
y a sus piés las mariposas,
en una rama se posan
donde las olívas crecen.
Y las flores..., a su paso,
con sus pétalos silvestres,
a las praderas agrestes
visten de color su manto.
La noche cubre de sombras
los campos, por la laguna,
bajo la luz de la luna
se adormecen las alondras.
La bruma levanta el vuelo,
y en las aguas..., los rumores,
cual canto de ruiseñores
se elevan hasta los cielos.
La noche se despereza...,
las estrellas tintinean,
para que la luna vea
de los campos la belleza.
Maribel cano (derechos reservados)