domingo, 27 de octubre de 2013

TARDE DE OTOÑO


En el atardecer silencioso, vaga
un rumor de hojarasca malherída,
empujada por el viento del otoño
en la ribera immensa
de mi serena vída.
Cual ave peregrína de mis ojos,
vuelan a cientos por la inquieta neblína,
las hojas de mi pensamiento alborotado
vagan por el angosto recodo de una esquína.
Si me adentro en el río de tus aguas,
un mar de olas me persígue a oscuras...
fuera de lugar, de tiempo y temporada,
fuera del límite de estaciones y paradas.
El Otoño rúge, y rúgen sinfonías,
acordes cansados en las sombras...,en las almas...
solo la música de una voz que llega,
llama y se queda...para no decírme nada.