Hace unos añitos ya...
veintipocos...¡¡qué mas dá...!!
llegó al mundo una estrellíta
regordeta y redondíta,
para mi vída alegrar.
Me pillaste de sorpresa
un domingo...,¡¡qué pereza!!
cuando yo estaba tan tiesa,
durmiendo como una princesa
y empezastes a empujar.
¡¡Jolín,con mi pequeñína...!!
Me cogí lo necesario,
¡¡casi me llevo un rosario!!
y a la vuelta de la esquína,
con prisas por ver la vída
empezastes a asomar.
Ni tiempo, le dió a tu padre
de avisar a las abuelas,
pues en unos empujones
y unos cuantos sofocones
en el mundo estabas ya.
¡¡Dos hijos en este mundo...
y con tan temprana edad!!,
me decían las "marújas",
con veintidos primaveras
¡era para que estuviera
con mis hijos a jugar!
Y tu hermano, el mayorcíto,
¡todavía tan pequeñíto...
no tenía ni dos añítos!
te besaba y te abrazaba,
y aún no sabía ni hablar.
Cuando espabilé del parto,
estaban todos en mi cuarto
dándonos la enhorabuena
por tener la parejíta,
¡¡y porque paráramos ya...!!
Después, cuando se marcharon
y me quedé junto a tí...,
viendo tu línda caríta
y tus redondas piernecítas...
no paraba de gemír.
¡¡Ay...,que ya nació mi niña...
Con las ganas que tenía !!
te soltaba y te cogía
y el chupete te ponía
que no parabas de escupír...
Desde entonces hasta hoy,
crecíste...¡ y de qué manera...!,
¡pero, por dentro y por fuera!
y tienes el alma llena,
y la mirada ejemplar.
En este, tu cumpleaños
que empiezas a celebrar
quiero decírte, hija mía,
que te quiero con locura
y que los males me curas
con tu sólo despertar.
Con todo mi amor de madre para tí, Tamara,
y con el recuerdo de los que no estan...,pero estan en mí.
M.CANO