Ríndese al contemplar tanta hermosura
el diestro matador, que afíla el arma,
y en aras de su arte pone el alma,
blandiendo con su espada la bravura.
Perfídia del que al juego lo convoca,
y en la lídia,el toro bravo a la muleta
con la brisa de su paso hace veleta,
y un silencio en los tendídos se provoca.
Titán de fiera casta enardecída,
negro huracan de rojas amapolas,
rompiendo el aire afiladas caracolas...,
las banderas de su címa embravecídas.
Grandeza del que su testúz agacha,
sometiendo su vida con desgarro,
lastimado y herído...,bravo y fiero,
en su altivez rendído se despacha.
Entregada su casta con honores,
se desata el silencio en la barrera,
se miran a los ojos, hombre y fiera,
y en la arena se desploman sus temores.
Mira el torero al toro en su esperpento,
del redondel recoge su montera...,
desprende en su altivéz casta torera,
y en su sentír..recoge su lamento.
M.CANO
M.CANO