Oigo un susurro, un instante,
a la sombra de los álamos,
y una voz clara me llama....
armoniosa, vibrante.
A pasos agigantados
voy recorriendo tu nombre...
cada sílaba un latido,
cada paso un estallido,
cada letra..,un alarido..
y en cada rama que agita el viento,
..un pensamiento,
una coma, un paréntesis,
un suspíro...
un crepitar de emociones,
un volcan de sentimientos...
(un paréntesis cerrado).
Llego hasta el álamo verde
y allí estás..
Me alienta que estés ahí
sentado en tu sillón de mimbre,
...con tu libro sobre caballos
por toda la eternidad.
Maribel Cano
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