viernes, 10 de abril de 2015

A LEONOR DESQUICIADA

A donde vas, Leonor, tan desquiciada, 
que ni a los lados miras por do pasas, 
y vagas a galope por la casa, 
a saber en qué cosas enfrascada. 
Detén tus pasos, si es que estás cansada, 
y toma aliento en una breve pausa, 
que la razón no entiende de la causa, 
que desquicia tu alma desmadrada. 
Frena el rocín, y ata tu locura, 
que no ha de ver la noche atormentada, 
resquicio alguno en forma de tortura, 
que apostada en tu sueño y tu almohada, 
Vote a Dios, que te calme con premura, 
la razón que te tiene desquiciada. 

Maribel Cano (derechos reservados 2015)